miércoles, 16 de diciembre de 2015

CCOO LLAMA A VOTAR MASIVAMENTE EN LAS ELECCIONES GENERALES



La Comisión Ejecutiva Confederal de CC.OO. ha emitido un comunicado en el que se llama a votar masivamente en las elecciones del domingo próximo. A continuación se deslizan algunos comentarios sobre este llamamiento.

CC.OO. ha realizado un gran esfuerzo en presentar un proyecto propio de reformas sociales que, situando el trabajo en el centro de la sociedad y del debate político, permitiera expresar la voz de la organización representativa de los trabajadores, el sindicato, ante un momento electoral decisivo. El esfuerzo se plasmó en un documento muy extenso y detallado, que fue además asumido por la UGT y dado a conocer por los medios tradicionales, aunque como ya suele ser común, tuviera escasa difusión en los medios de comunicación, tanto tradicionales como digitales, y no digamos en las diferentes cadenas de televisión. El documento ha tenido sin embargo un cierto reconocimiento interno, aunque no ha sido debatido ni discutido de forma generalizada en los centros de trabajo ni en las organizaciones federales, a las que se ha remitido el resumen y el enlace al mismo. El documento puede consultarse aquí: Propuestas por un modelo democrático de relaciones laborales.

A partir de este documento, CCOO, la mayoría de las veces en unión de UGT, ha solicitado encuentros con las diferentes fuerzas políticas que concurrían a las elecciones para poder explicar las líneas fundamentales de la propuesta y recabar información sobre las medidas que en materia laboral, social y fiscal llevarían adelante éstas, sin excluir naturalmente la posible asunción de algunos planteamientos de las propuestas sindicales por parte de dichos partidos.

El proceso de encuentros y de diálogo ha sido prolongado y provechoso, puesto que implicaba la confirmación de una interlocución socio-política que necesariamente encarnaba el sindicalismo más representativo que no se ejercía, como tradicionalmente, frente a organismos o administraciones o el poder político estatal o autonómico, sino que se expresaba en el espacio público electoral con el partido político, insertándose en el debate que se plasma en los programas de partido y en los compromisos que con la población se materializan en los programas electorales. Muchos de estos encuentros han sido invisibles para la prensa y los medios audiovisuales, lo que dice mucho sobre la capacidad de selección de la realidad que los medios de comunicación quieren preservar como forma de orientar la opinión pública, y la potencia del sindicalismo como interlocutor socio-político no entra desde luego en esta realidad construida mediáticamente.

El resultado de este diálogo no podía ser un acuerdo, ni necesariamente un compromiso. En algún caso sin embargo, los interlocutores políticos lo han asumido voluntariamente, como sucede con la derogación de la reforma laboral. En otros supuestos, ha habido convergencia en las medidas propuestas. Naturalmente ha habido algunos agentes políticos con los que la coincidencia ha sido muy pequeña, dado lo contrapuesto de los planteamientos.

Terminada la ronda de contactos, se imponía una valoración de la misma y su conclusión en términos electorales, desarrollando por tanto la consecuencia natural de haber presentado un diagnóstico de la situación y un proyecto de cambio en el marco de un proceso electoral en marcha.

A esta necesidad corresponde la decisión que ha adoptado el Comité Ejecutivo Federal. En él se da cuenta del proceso de contactos reseñado y se enuncian sintéticamente los contenidos reivindicativos esenciales que estas propuestas implicaban. Pero a la hora de precisar el resultado, se afirma que “los encuentros han transcurrido con respeto institucional y con una amplia disposición al diálogo y la colaboración futura; no obstante, hemos constatado más coincidencias y mayores niveles de compromiso en las formaciones ubicadas en el espacio de la izquierda”, si bien – aquí también podría emplearse el “no obstante” del comunicado, la recomendación final a los afiliados y a los trabajadores y trabajadoras del país no es la de votar a aquellas opciones en las que se ha encontrado mayores niveles de compromiso y numerosas coincidencias, sino la de acudir a votar.

Es seguro que a un ciudadano interesado le habría parecido más coherente con el impulso sindical a un proyecto autónomo que se define como un modelo más democrático y un cambio en la política económica y social y que ha sido contrastado con las distintas fuerzas en presencia, que se hubiera hecho en el comunicado final una indicación concreta al voto en sintonía con las coincidencias y los compromisos que se han verificado a lo largo de ese proceso. Una indicación de voto suficientemente vaga como la que aparece tímidamente explicitada en el documento, al “espacio de la izquierda”, en el que parecen estar mencionados implícitamente IU-CUP y Podemos, pero donde también es previsible encuadrar al PSOE, al menos en su alma ugetista y socialdemócrata que lo habita. Es previsible pensar que en Euzkadi o en Catalunya las trabajadoras y trabajadores no consideren que en el espacio de la izquierda conviva el PNV o CDC, pero habría sido de agradecer una mención explícita a la incompatibilidad del voto de la gente de CCOO al PP que ha llevado a cabo las políticas de austeridad que han sumido a España en la pésima situación que se denuncia y que ha llevado a cabo una constante política antisindical. Es bueno constatar que hay “amplia disposición al diálogo” por parte del PP en medio del proceso electoral, pero habría sido muy ilustrativo mencionar expresamente la negativa constante al diálogo durante los años 2012 y 2013 que llevó a cabo el gobierno de ese partido respecto del sindicalismo de clase. Y, en lo que respecta a Ciudadanos – cuyo contacto por cierto se realizó, de manera sorprendente, en una entrevista conjunta de CCOO y UGT con la CEOE-CEPYME – no parece que pueda avalarse una opción política cuya propuesta estrella sea el contrato único, que el movimiento sindical ha denunciado como inconstitucional y regresivo.

Quizá esta carencia de decisión expresa de CCOO en recomendar el voto para los partidos que pueblan “el espacio de la izquierda” se encuentre la diplomática convicción que el gobierno que sala de las elecciones del 20 de diciembre no se corresponderá con tal dimensión política, y que por tanto no conviene presentarse de antemano desautorizando las opciones que saldrán vencedoras en la contienda electoral y que gobernarán el país por cuatro años más. Es posible por tanto que el pesimismo político de CCOO sea razonable, aunque con ello esté descuidando el carácter extraordinario de estas elecciones y la posible inseguridad y pérdida del horizonte de certezas al que estábamos acostumbrados. Pero con ello de alguna manera contradice su posición activa de agente socio-político que expresa su opinión desde su radical autonomía sin resignarse a ser un mero testigo pasivo de la acción política de los partidos que concurren a las elecciones. Tanto hablar en estos días del referente vacío, no es el caso que el sindicato se vacíe de referentes.

Resaltar que el comunicado de la Comisión Ejecutiva llama a votar masivamente a las candidaturas que se encuentran en el espacio de la izquierda política debería ser en estos días un objetivo de las diferentes organizaciones que estructuran el sindicato, en el bienentendido que este es el espíritu que anima el documento de CCOO. El sindicato no es un testigo desapasionado del proceso democrático del que solo valore el hecho decisivo de la consulta al pueblo. El sindicalismo se encuentra en en una encrucijada fundamental en la que hay que revertir los procesos de regulación del 2012-2013, combatir realmente las políticas de austeridad, ocupar un espacio fundamental en la resistencia inteligente a la gobernanza económica aprovechando la llegada de otros actores, como el gobierno portugués anti-austeridad, y experimentando si es posible un cambio en la correlación de fuerzas, presionando a los gobiernos socialdemócratas que ven a su vez su base social amenazada por la extrema derecha.

Llamar a votar a la izquierda no es algo contrario a la autonomía del sindicato, ni compromete su independencia. El sindicato de clase se encuentra siempre en el espacio de la izquierda, lo que sucede es que los medios de actuación de que dispone se despliegan en el campo de las relaciones laborales y de empleo. Pero la expresión de sus ideas, de su proyecto, incide en la opinión pública y eso forma parte de la tradición que le consolida como una figura social alternativa y de progreso. Que naturalmente debe incidir en una campaña tan excepcional como la presente orientando el voto hacia objetivos de cambio en las políticas económicas y sociales y hacia una nueva reorientación política de la acción de gobierno y de revigorización democrática de las instituciones. Es en este sentido en el que se debe leer el comunicado de CCOO, más allá de los términos en los que está formulado.


Este es el comunicado:

La Comisión Ejecutiva Confederal en su reunión ordinaria del 15 de diciembre de 2015, ha valorado la campaña “El trabajo en el centro del debate político”, concebida para presentar las propuestas sindicales a las candidaturas que concurren en la próxima convocatoria electoral y la respuesta obtenida de las distintas formaciones, tras lo cual hemos acordado emitir la siguiente resolución:

1.- CCOO, en la mayoría de los casos junto a UGT, se ha reunido con los máximos representantes de los siguientes partidos: PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, UP-IU, CDC, Unió, PNV.

2.- En los citados encuentros hemos planteado lo esencial de las reivindicaciones del movimiento sindical para la próxima legislatura, que en esencia son las siguientes:

a) Favorecer aquellas medidas que aseguren el crecimiento de la actividad económica con el objetivo de crear empleo de calidad y con derechos. Para ello hace falta otra política económica, el incremento de los salarios, empezando por el SMI que en 2016 debe alcanzar los 800 euros, y la reversión de las reformas laborales para recuperar la plena capacidad de la negociación colectiva. Constitucionalizar los derechos laborales, empezando por la proclamación de una “Carta de derechos laborales” que venga a restituir los derechos devaluados y/o eliminados, lo que a su vez exige la derogación de la Reforma laboral, y el artículo 315 del Código Penal para garantizar el derecho de huelga.

b) Elaborar un plan integral para la igualdad y contra la violencia de género. Un plan que ofrezca soluciones ante los diferentes elementos de la discriminación que sufren las mujeres, como es la brecha salarial, y que establezca medidas precisas contra la lacra de la violencia machista.Restituir y ampliar las redes de protección y el carácter universal y de calidad de los servicios públicos. En este sentido, hemos planteado que los partidos que aspiren a gobernar deben comprometerse con la ILP presentada por CCOO y UGT para promover la puesta en marcha de una Prestación de Ingresos Mínimos, a modo de Renta Mínima estatal, como una de las primeras medidas de la nueva legislatura.

c) Impulsar una reforma fiscal justa y eficiente, porque nuestro país no tiene un problema de exceso en el gasto público, sino de falta de ingresos. Se trata de alcanzar unos ingresos públicos sobre PIB iguales a la media de la eurozona y hacerlo aumentando la aportación de las rentas más altas, ampliando la base fiscal, disminuyendo el fraude y la elusión fiscal, con un objetivo que se cuantifica en 93.000 millones de euros, una cifra que resolvería los problemas del déficit actual y permitiría aplicar otra política económica y social.

d) Sentar las bases de un cambio del patrón de crecimiento, un nuevo modelo productivo para que nuestra economía sea más estable, esto es, menos vulnerable a los cambios de ciclo, más justa, sostenible y competitiva. Ello exige reorientar la inversión pública; un proyecto integrado de las distintas infraestructuras; una reforma en profundidad del sector energético; aumentar la inversión en I+D+i; un tejido empresarial más sólido y de mayor calidad; y defender la soberanía y la seguridad alimentaria. Por ello, reclamamos un sistema financiero que garantice el crédito, y una banca pública que lo haga posible.

En consecuencia, CCOO considera que la legislatura que se inicia después del 20D debe ser la de la consolidación del cambio de ciclo que permita, no solo dejar atrás la recesión, sino superar la crisis y los efectos para las personas de la gestión neoliberal de la misma, de manera que el voto ciudadano exprese esa voluntad y necesidad de cambio.

3.- Los encuentros han transcurrido con respeto institucional y con una amplia disposición al diálogo y la colaboración futura; no obstante, hemos constatado más coincidencias y mayores niveles de compromiso en las formaciones ubicadas en el espacio de la izquierda.

4.- Para CCOO las elecciones generales constituyen uno de los momentos de mayor transcendencia en las sociedades democráticas pues nos permite enjuiciar la acción de gobierno en la legislatura que finaliza y dirimir con la participación activa qué programa y qué formación nos merecen mayor confianza para gobernar en el futuro. En consecuencia, llamamos a la participación masiva de los trabajadores y trabajadoras y de la ciudadanía en las elecciones generales del próximo 20 de diciembre.


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