martes, 29 de marzo de 2016

SALARIOS Y EMPLEO TRAS LAS REFORMAS LABORALES EN ESPAÑA


En el curso de las negociaciones para formar gobierno, el diseño de un programa futuro del mismo debe necesariamente que tener en cuenta una valoración de las políticas y las normas que han disciplinado las relaciones laborales en estos últimos cuatro años del gobierno del Partido Popular, posiblemente los peores desde la Transición Política en el Estado español. Recientemente se han publicado dos artículos que analizan, con una amplia cobertura de datos, los efectos de esta regulación laboral, lo que todos conocemos como “la reforma laboral”. El contenido de ambos debe divulgarse a efectos de poseer un punto claro de referencia respecto a la voluntad del cambio político posible sobre este asunto. O, por decirlo de otra manera, para comprobar si se mantiene la misma política equivocada respecto de la regulación laboral que se ha puesto en práctica entre nosotros a partir de la primera ley de reforma laboral del 2010, exasperada y llevada a su límite por la reforma del 2012.

El primero de los dos artículos que se incluyen en este post incluía una valoración más amplia sobre los efectos de la reforma laboral, pero aquí se trae a colación exclusivamente la parte del mismo que analiza las consecuencias sobre los salarios que ésta reforma ha tenido, puesto que de esta manera se puede comprobar asimismo la crisis de la negociación colectiva que estaba en el punto de mira de la normativa laboral, y que pretendía fundamentalmente dos objetivos: debilitar e inaplicar el sistema de negociación colectiva sectorial que constituía el esquema central de actuación de la negociación colectiva en España, y romper la función niveladora y redistributiva de la negociación colectiva. En el texto de Górriz y Estrada que se inserta a continuación se comprueban las consecuencias de esta regulación.

LAS REFORMAS LABORALES Y EL SALARIO

(Ramón Górriz y Bruno Estrada, “La clave de un gobierno del cambio es la derogación de las reformas laborales”, en el blog “Radicales Libres” La clave es derogar la reforma laboral )

La reforma laboral de 2012 sustrajo a la negociación colectiva gran parte de sus anteriores contenidos, y dejó la determinación de gran parte de la regulación del trabajo en la decisión unilateral del empresario. (…) Fruto de ello, la evolución del reparto del PIB entre rentas del trabajo y rentas del capital durante los últimos cuatro años, según datos de Contabilidad Nacional del INE, muestra una clara perdida de peso de la remuneración de los asalariados, que cae tres puntos, pasando de representar en 2009 el 55% del PIB a precios de mercado (descontados los impuestos netos sobre producción e importaciones) al 52% en 2014. Mientras que los beneficios empresariales que en 2009 suponían el 45% del PIB, cinco años después suponían el 48% de la riqueza nacional. Objetivo cumplido por parte de las reformas laborales.

Asimismo, la moderación salarial no se ha aplicado de igual manera a los salarios más elevados y a los más bajos, aumentando las desigualdades entre aquellos trabajadores con mayor poder de negociación individual de sus condiciones de trabajo y los que carecen de esa capacidad, cuyas condiciones de trabajo y salarios se defienden en la negociación colectiva.

Cuadro. Evolución salario bruto mensual medio (del empleo principal) por decilas de salarios. 2010-2014

Euros nominales
2010
2014
2010-2014
Decil 1
482
411
-15%
Decil 2
893
820
-8%
Decil 3
1142
1101
-4%
Decil 4
1316
1315
0%
Decil 5
1478
1503
2%
Decil 6
1667
1715
3%
Decil 7
1917
1997
4%
Decil 8
2291
2386
4%
Decil 9
2842
2947
4%
Decil 10
4357
4617
6%
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la EPA y del Análisis de los deciles salariales de Manuel Lago (Cuadernos de Acción sindical de la CS de CCOO. Diciembre 2015).

Dichas reformas laborales esconden, detrás de una retórica vacía sobre los insiders y outsiders, un incremento de la desigualdad laboral y un empobrecimiento de los trabajadores más desprotegidos, con menor cualificación y capacidad de defensa colectiva de sus salarios (…) Como puede observarse en el Cuadro anexo, las tres decilas con salarios más bajos han visto reducirse sus salarios brutos mensuales en una relación inversa a su cuantía. En el decil de menor salario medio, 482 euros brutos mensuales en 2010, en cuatro años el salario se ha reducido en un 15%, hasta los 411 euros. El decil inmediatamente superior, con un salario medio de 893 € en 2010, ha visto reducir su salario en un 8%, hasta los 820 €. El siguiente decil en un 3%, de 1.142 euros en 2010 a 1.101 en 2014. El cuarto decil apenas ha visto modificar su salario medio durante esos años. A partir del quinto decil el salario medio se ha venido incrementando, en mayor cuantía para los salarios más altos, llegando hasta un 6% en el decil más alto, alcanzando un salario medio de 4.617 en 2014.

Las reformas laborales de 2010 y 2012 esconden un incremento de la desigualdad laboral y un empobrecimiento de los trabajadores más desprotegidos, con menor cualificación y capacidad de defensa colectiva de sus salarios.

Como consecuencia de ello, en España se ha extendido la figura del trabajador pobre, que según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya supone un 12,5% del total de trabajadores en nuestro país.

La reforma laboral española se ha considerado ejemplar para los planteamientos neoliberales que aplicó el conglomerado financiero-político a las economías sobre-endeudadas del sur de Europa, y que a partir de ahí, con una mayor flexibilidad, se proyectan sobre Italia – con la ley Job Act que pone fin a la readmisión forzosa del despedido improcedentemente  e instaura el contrato de trabajo “de protección creciente” – y ahora en Francia, con un proyecto de ley de reforma del Código de Trabajo que ha generado una fuerte contestación. Un ejemplo para los legisladores mayoritarios franceses – pilotados por un Partido Socialista que sufre un importante proceso de división interna gracias a ello precisamente – es la reforma laboral española. Por eso, de manera muy oportuna, un grupo de economistas y juristas españoles han publicado un artículo en el diario Le Monde en el que explican, en términos de empleo, el fracaso seguro de la Ley francesa si sigue los pasos de la reforma laboral española.

LA REFORMA LABORAL ESPAÑOLA NO HA CREADO EMPLEO 

La reforma francesa del mercado de trabajo – “loi travail”- está abocada, como en España, al fracaso”  (Josep Borrell, Antonio González, Ignacio Pérez Infante, Alberto del Pozo, Alfonso Prieto y Borja Suarez, economistas y juristas miembros de Economistas Frente a la Crisis EFC), traducción española del artículo publicado en Le Monde, en Economistas frente a la crisis en Le Monde )

En el debate que se está produciendo en Francia a propósito de la “loi travail”, el gobierno francés dice haberse inspirado en la reforma laboral realizada por el Gobierno conservador español en 2012, y sus defensores citan los efectos pretendidamente positivos que tal reforma ha reportado en España en relación con nuevos contratos de trabajo y de creación de empleo estable.
Así, en el artículo publicado el 5 de marzo en Le Monde (“Cette réforme est une avacée pour les plus fragiles”), Olivier Blanchard, Jean Tirole, Philippe Aghion y otros distinguidos economistas franceses, han puesto en valor que, durante el año 2012, primer año de aplicación de la reforma española, España ha creado 300.000 contratos indefinidos (CDI). Aclaremos en primer lugar este punto porque se trata de un dato parcial y tendencioso que no describe adecuadamente los efectos de la reforma: tras el crecimiento de 300.000 CDI en 2012 que efectivamente se verificó en ese año, el año 2013 siguiente, experimentó una reducción de los CDI en 298.000. El “tirón” de la reforma no se mantuvo.
Por otro lado, entre 2012 y 2015, los CDI han crecido en 76.000 anuales, pero los contratos temporales (CDD) lo han hecho en 3,7 Millones en el mismo periodo. No parece que la situación haya mejorado, especialmente para los más frágiles. La tasa de temporalidad ha aumentado desde el 4º trimestre de 2011 al 4º trimestre de 2015 del 24,8% al 25,7% porque la reforma del mercado laboral español no ha modificado el hecho de que el aumento del empleo provocado por la mejoría de la economía sea en esencia empleo precario y en parte, además, fraudulento.
59.000 empleos menos
Los defensores de la reforma española estiman que ésta ha contenido el crecimiento del paro (en 2012 y 2013) y contribuido a su reducción en 2014 y 2015 por encima del 1% por año. Así es que las evaluaciones de la reforma laboral española hechas por sus propios defensores, incluso atribuyéndola todos los efectos sobre el empleo, incluidos los debidos al cambio del ciclo económico, y a pesar de la importancia de las medidas adoptadas por la reforma (entre ellas el recorte de las indemnizaciones por despido de hasta un 42%) muestran, hasta el momento, en el mejor de los casos, un cambio poco apreciable del empleo indefinido.
Es cierto que se registra un leve crecimiento del flujo del paro hacia el empleo indefinido, que podría alcanzar unos 24.000 anuales, pero al mismo tiempo se mantiene un flujo casi cinco veces superior desde el paro hacia el empleo temporal. Pero, en cualquier caso, el dato relevante no es el flujo de entrada (contratos) sino el stock (diferencias entre entradas y salidas), es decir, el empleo. Y el empleo ha disminuido entre 2011 y 2015 la reforma laboral española de por medio en 59.000 empleados a pesar del cambio experimentado del ciclo económico hacia una fase de crecimiento.
Aumento de la desigualdad
Adicionalmente, la reforma española de 2012 ha tenido efectos perversos sobre otros aspectos del mercado de trabajo -como los salarios- entre ellos un fuerte aumento de la desigualdad y de la pobreza. La tribuna de Le Monde no tiene en cuenta otros aspectos de la loi travail del gobierno francés que pueden también encontrarse en la reforma española, como es el debilitamiento de la negociación colectiva (supresión de la negociación sectorial) con un impacto muy importante sobre los trabajadores con salarios más bajos.
Finalmente, creemos que en el cambio de ciclo económico ha influido, por otra parte, variables exógenas como el relajamiento de la política de austeridad que supone el incumplimiento de los compromisos del déficit de 2013 a 2016, la caída de los precios de los combustibles fósiles, la devaluación del Euro y la política monetaria del BCE.
Si el argumento de autoridad y la prueba del acierto de las medidas en Francia es la reforma laboral española, la reforma francesa El Khomri será con seguridad, como en España, un fracaso.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Pedro González de Molina

30 de marzo a las 0:51


En este artículo publicado en el blog de Pedro Flinstone desmonta las supuestas ventajas de las reformas laborales de 2010 y 2012, en las que se inspiran la Job Act italiana y la Loi du travail francesa que quieren aprobar el PSF y el PD italiano, en contra de lo prometido a los electores. Resumiendo, las reformas laborales (mejor dicho contrarreformas) han logrado aumentar la tasa de ganancia de los empresarios a costa de los trabajadores, neutralizar en parte el poder de los sindicatos, disciplinar a la mano de obra (con el miedo al paro), aumentar la precariedad en el empleo con menos derechos y peores condiciones, y colocar como filosofía "todo el poder para los empresarios" legalizando abusos (como el mobbing) de la patronal: http://baylos.blogspot.com.es/2016/03/salarios-y-empleo-tras-las-reformas.html?spref=fb