viernes, 31 de marzo de 2017

UN DEBATE SOBRE LA PROPUESTA DE CÓDIGO DE TRABAJO EN FRANCIA




El derecho del trabajo francés ha sido atravesado por importantes sacudidas en los últimos tiempos. Al debate – claramente autóctono – sobre la necesidad de transformar la legislación laboral en un texto muy básico y comprensible por todos, en relación con la característica democrática de la publicidad de su accesibilidad por la ciudadanía, que se resuelve en una reducción del voluminoso Código de Trabajo a un texto minimalista en el que se fijen los principios fundamentales del sistema jurídico laboral, se ha añadido la contestación sindical y académica de la reforma El Kohmri, que incorpora al ordenamiento francés las tendencias reformistas debidas a la gobernanza económica europea y las conocidas políticas de austeridad. A caballo de estas dos tendencias, un grupo de investigadores universitarios, dirigidos por Emmanuel Dockès, han elaborado, a lo largo de dos años, un texto alternativo de Código de Trabajo que incorpora una serie de propuestas novedosas y que, sobre todo,  ofrece una reflexión acabada, con soluciones precisas, a problemas comunes en muchos de los ordenamientos europeos.

La propuesta de Código ha sido presentada en una Conferencia en la Universidad de Paris X, Nanterre, con la intervención sobre diferentes núcleos temáticos, tanto de los investigadores que han trabajado en torno a los mismos, como de una serie de personas elegidas para “reaccionar” frente a las propuestas que el texto contiene. Si la presencia de abogados, sindicalistas y sociólogos es mayoritaria entre el grueso de los discussants seleccionados, los organizadores han dejado asimismo espacio para una mirada comparatista que sirviera también como punto de contraste con el texto presentado. Esta aproximación al tema desde otros ordenamientos se ha realizado respecto de la propuesta de regulación de la representación de los trabajadores en la empresa (Antonio Baylos, desde el sistema español), representatividad sindical y negociación colectiva (Vincenzo Bavaro desde la perspectiva italiana y Keith Ewing desde el punto de vista del derecho británico) y sobre el debate a propósito de la “unificación del contrato de trabajo”, en donde se hablará naturalmente de la figura del contrato único, que constituye otro de los estereotipos lanzados por la gobernanza económica como forma de regular las relaciones laborales, Nicola Countouris proporcionará la visión británica.

Es imposible resumir todas las implicaciones que lleva esta propuesta. Lo que si es conveniente es señalar el punto de partida, que está en la línea con el desarrollo del derecho del trabajo francés, donde la figura de la ley es extremadamente importante en la configuración del marco normativo laboral. La ley como norma mínima e imperativa, que desempeña plenamente su función de creación de normas junto a otras fuentes de derecho internacional y de derecho europeo, que se opone tanto a los proyectos de sustitución del Código por un texto sobre los principios del derecho del trabajo, como a la sustitución de lo esencial de la ley por la negociación colectiva, muy especialmente la negociación colectiva de empresa. Tampoco evidentemente se coloca entre aquellos que querrían una suerte de refundición del código actual, una “recodificación” como la que se efectuó en el 2008, porque un derecho permanente no puede ser en efecto tan “pesado” ni tan complejo como el que está vigente. La idea es la de que se deben conservar ciertas “reglas esenciales” que provienen de su construcción histórica, pero que obviamente son ambivalentes y en larga medida no favorecen la emancipación de los trabajadores. Como señala otra de las integrantes del Grupo de Investigación, Sylvaine Laulom, “escribir otro código de trabajo, es también proponer ideas y reglas nuevas para tratar de responder a los desafíos actuales”.

En la Conferencia de Nanterre, por tanto, ha partido de reafirmar la importancia de la ley como norma mínima e imperativa a la vez que negaba la relación que desde hace tanto tiempo se ha efectuado entre la protección que proporciona la norma laboral y el desempleo – la “culpabilización” del Derecho del Trabajo – o, al contrario, la ecuación que se afirma, sin base real, entre reducción de las tutelas y posibilidades de creación de empleo. Al contrario, lo qu se constata es que la desregulación laboral provoca desestructuración social, trabajadores pobres y aumento de la desigualdad, junto a un cambio fundamental en la calidad del empleo, cada vez más precario y mal pagado.

La Conferencia presenta un conjunto de 13 medidas novedosas que resumen el trabajo realizado en la propuesta de Código, pero ha ido desgranando sus contenidos a través de una exposición ordenada de los mismos. Así, han ido desfilando las propuestas sobre la protección y el desarrollo del tiempo libre, la representación de los trabajadores en las empresas y los derechos de los desempleados, todas ellas con interesantes debates, cuestionamientos e interrogantes desarrollados por los intervinientes tanto desde la mesa como desde el público. Por la tarde, se ha abordado el tema de la representatividad sindical y la negociación colectiva, la problemática de unificar el contrato de trabajo y, finalmente, el encuadramiento de las rupturas del contrato de trabajo. Un espacio final se reserva a las reacciones sindicales a esta propuesta tanto de la CGT y Solidarios como la CGC.

El valor de esta propuesta va más allá de la realidad francesa, aunque fundamentalmente está pensada para modificar elementos fundamentales del sistema jurídico laboral en ese país. Pero, pese a la consideración claramente nacional de este texto – que fue especialmente resaltada por los comentaristas convocados al debate – es evidente que se plantean problemas comunes más aún ante la homogeneización que las políticas de austeridad y las reformas estructurales han inducido en una buena parte de los ordenamientos nacionales, y especialmente en el sur del país. Esto sucede fundamentalmente en materia de negociación colectiva, con la imposición en todas partes de la llamada “descentralización negocial” que busca no sólo acabar o debilitar el sistema de negociación centralizada en torno al convenio colectivo sectorial sino fundamentalmente reducir la tasa de cobertura de la misma. Pero también respecto de las tendencias en torno al abaratamiento del despido y especialmente la reducción de las garantías y controles sobre el mismo. Y, más allá de estos dos elementos desequilibradores del sistema de contrapesos del Derecho del Trabajo que se imponen como exigencia de las medidas de gobierno de la crisis por parte de la que se ha llamado “soberanía financiera” que determina los cambios en los sistemas jurídicos nacionales, hay también un punto importante que es el de construir un espacio de organización colectiva en las relaciones de trabajo que supere la pluralidad de empleadores configurando una colectividad de trabajo única y, en paralelo, redefinir la figura de la empresa como organización económica dotada de una dirección propia que puede estar formada por varias personas jurídicas. Este último punto se ha abordado en la propuesta redefiniendo el “perímetro” de la representación de los trabajadores en la empresa, como señaló Gilles Auzéro en la presentación de esta parte.

Una reflexión que profundice y debata sobre las líneas fundamentales que subyacen a esta propuesta y que la pongan en contraste con otras iniciativas que han visto la luz recientemente en otras realidades nacionales, como el Manifiesto para el Derecho del Trabajo que ha publicado el Institute of Employment Rights en Gran Bretaña, o la Carta de Derechos Universales del Trabajo que ha lanzado la CGIL italiana y que está siendo discutida por todas las organizaciones de la confederación y en los lugares de trabajo, o, en fin, el documento de CCOO y UGT en España “Por un modelo más democrático de relaciones laborales y un cambio en la política económica y social”, de noviembre de 2015, que vino precedida de una serie de propuestas discutidas en un grupo de profesores universitarios en el seno de la Fundación 1 de Mayo, y que ha sido dejada de lado tras el fracaso de la posibilidad del cambio político de diciembre 2015 a junio 2016, siendo sustituida en el debate académico por el documento FIDE, que propone asimismo un cambio – consensuado entre operadores jurídicos de intereses encontrados – de las bases de la regulación que sin embargo no se resume en un cambio alternativo como en los otros documentos mencionados. Hay por tanto materiales suficientes para poder intentar un encuentro en el que se pongan en común las ideas innovadoras y alternativas que estos textos canalizan, en mayor o en menor medida, y de allí extraer algún tipo de orientación general en forma de principios que pudieran ser extendidos a una larga escala de sujetos interesados.


Una iniciativa que a buen seguro tendrá lugar, más pronto o más tarde. Pongamos por caso que a finales de septiembre o comienzos de octubre de 2017. Les tendremos informados.

miércoles, 29 de marzo de 2017

EL FUTURO DEL TRABAJO QUE QUEREMOS



(En la foto de arriba. intervención de acogida de la Ministra de Empleo, en la posterior, asistentes cualificados a la Conferencia. En la foto de final, una instantánea de los ponentes en la intervención de la mañana)

La OIT prepara su centenario impulsando un gran debate entre las partes sociales que la componen y la sociedad en su conjunto sobre el futuro del trabajo que queremos. Ante los cambios producidos en el trabajo y en los medios de trabajo, la inminencia de la robotización y la incidencia de la digitalización, junto con la transformación del espacio de la comunicación y de los medios de información y con ello de los modos de relación social y la construcción de culturas, se plantean numerosos interrogantes sobre las consecuencias laborales y sociales que este horizonte de cambios puede producir. Esta discusión se ha querido trasladar a los estados miembros y en España la oficina de la OIT, dirigida por Joaquin Nieto, ha organizado una Conferencia Tripartita para el 28 de marzo con el objetivo de analizar este tema, el futuro del trabajo que los sujetos económicos y sociales y las Administraciones públicas contemplan como posible.

Como acto institucional, la Conferencia contaba con la presencia valiosísima de Guy Ryder, el Director General de la OIT, y simbólicamente el gobierno español quiso darle un tono elevado al invitar al monarca a su inauguración, que naturalmente concitó la presencia de los dirigentes de las organizaciones empresariales y de los dos sindicatos más representativos a nivel estatal junto con la de la Ministra de Empleo (ya no de Trabajo desde el gobierno del PP de noviembre de 2011). Los trabajos de la conferencia se estructuraban en torno a cuatro “conversaciones”, cada una de ellas con un contenido temático. La primera ponía en relación el trabajo y la valoración que este ocupa en la sociedad, su relevancia política, económica y democrática. La segunda rescataba el concepto de trabajo decente como un mínimo común denominador para todo tipo de trabajo en cuanto a la regulación de las tutelas de estas actividades. Estas dos conversaciones preliminares desembocaban en otras dos que implicaban un esfuerzo de concreción mayor, la primera relativa a los cambios en la organización del trabajo y la producción que la robotización y la digitalización van a inducir en las empresas y centros de trabajo, y por tanto a las condiciones en las cuales se presta la actividad de los trabajadores, su adecuación a los esquemas clásicos de encuadramiento en el ordenamiento laboral, y la segunda dedicada a la “gobernanza” del trabajo, es decir al dominio de las reglas que han de ordenar esta nueva situación, complicada con el carácter multiescalar – global, supranacional, internacional, estatal – de los distintos planos de emanación de normas y decisiones políticas sobre la dirección que ésta va a adoptar.

Naturalmente los sujetos especialmente convocados para este debate eran los interlocutores sociales, los sindicatos y los empleadores. En el supuesto madrileño, CCOO y UGT han presentado una contribución conjunta que aborda de manera transversal las cuatro conversaciones y que ha sido publicada en la página web de la Oficina de la OIT en Madrid (se encuentra aquí : http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---europe/---ro-geneva/---ilo-madrid/documents/genericdocument/wcms_548990.pdf ). CEOE y CEPYME por el contrario han optado por referirse a un documento de la Organización internacional de Empresarios – The Voice of Business – en inglés que coloca su posición en un plano más general, sin referencias concretas al caso español.

Pero en la organización concreta de esta conferencia ha tenido también mucha importancia la llamada de la Oficina de la OIT de Madrid al mundo académico en forma de contribuciones que luego habrían de ser publicadas en la página web. La respuesta a esa invitación a colaborar ha sido muy importante, más de 38 textos han acudido desde muy diferentes universidades. La Universidad de Castilla La Mancha ha presentado seis contribuciones correspondientes a los profesores Aparicio Tovar, Baylos Grau, Mora Cabello de Alba, Olmo Gascón, Rodriguez Fernández y Trillo Párraga que, junto con la de la profesora de la Universidad de La Laguna Ramos Quintana, integrarán un volumen conjunto titulado precisamente así, “El futuro del Trabajo” al que prologará el director de la oficina de la OIT de Madrid, Joaquín Nieto. Como sucede en estos casos, hay una gran disparidad entre las contribuciones presentadas, tanto por el objeto que estudian como por la orientación de las mismas, aunque ciertamente entre ellas hay algunas muy valiosas, además de las citadas. En cualquier caso, pueden consultarse todas ellas en la página de la OIT de Madrid : http://www.ilo.org/madrid/fow/lang--es/index.htm

El discurso sobre el futuro del trabajo tiende a desarrollarse en términos economicistas o tecnicistas, acentuando las consecuencias venideras de la introducción de nuevos paradigmas técnicos y culturales que reforzarán el poder económico en manos de unos pocos y que acrecentará la dependencia de grandes corporaciones y de los circuitos de financiación, de lo que se induce enormes pérdidas de puestos de trabajo, polarización de los empleos en alta y nula cualificación, que a su vez produce una cierta depauperación salarial – incremento de los trabajadores pobres – transformación del grueso de los asalariados en autónomos económicamente dependientes y quiebra de la Seguridad social que genera una protección social asistencialista mínima y con amplios sectores excluidos. El futuro es una línea no muy bien definida pero siempre en el inmediato porvenir, que por tanto se reviste de tremendos tintes amenazadores, generando oscuros temores de que todo se derrumbe salvo la economía y la técnica, que se impone como un destino a la acción de las personas.

Esta deriva del discurso no es la que quiere la OIT. De hecho en los documentos preparatorios e incluso en los preparados mediáticos para informar de ello a la población el relato es muy diferente. Quiere problematizar en efecto una realidad ya de por si suficientemente compleja y en cambio, que debería ser (re)conocida en una buena parte de sus aspectos, a menudo contradictorios, para a partir de allí, poder desplegar las diferentes opciones políticas sobre la regulación y el gobierno de ese “futuro que queremos”. Y que por consiguiente no acoge un solo diagnóstico ni expresa una sola patología, sino que presenta una realidad muy compleja y ambivalente, en la que los ciudadanos y las organizaciones que representan el trabajo tienen necesariamente que intervenir y mediar en la resolución de los conflictos de intereses que surgen de ella. Una situación que además es líquida en el sentido que ya ha comenzado y hay importantes rasgos de lo que se piensa para el futuro que ya están aquí presentes y frente a los cuales se están arbitrando determinadas medidas, no necesariamente incorrectas. La unilateralidad en el gobierno de la crisis, la imposición de una política sobre otras posibles y negociadas, son sin embargo, errores seguros y no abren vías practicables para un cierto acuerdo social de futuro sobre aspectos importantes de ese mismo futuro que queremos.


El proceso de discusión y de debate está comenzando. Ha sido un inicio interesante, pero ahora es oportuno que esta temática se recoja en otros campos, como el de la discusión y del análisis de los iuslaboralistas, o encuentros tripartitos organizados académicamente. Es además una línea de discusión que corre paralela a otra ya señalada también en estas páginas, la referida al debate sobre el Pilar Social Europeo que converge de manera clara con ésta en cuanto a la necesidad de fijar como marca infranqueable del trabajo decente a nivel global como paradigma de los que puede significar el trabajo en este siglo XXI, junto al esfuerzo por definir nuevos instrumentos que puedan ir apareciendo y redefinir antiguas técnicas de tutela y de protección social. A ello nos dedicaremos en próximas intervenciones.


martes, 28 de marzo de 2017

PALABRAS PARA JOSE ANTONIO ALONSO (POR RAMÓN SÁEZ)



En el Congreso de los Diputados se celebró ayer un homenaje a Jose Antonio Alonso , que falleció el pasado 2 de febrero. Intervinieron en él una larga serie de representantes políticos de su partido, el PSOE - Antonio Hernando, Maria Teresa Fernández de la Vega, Eduardo Madina- y la presidenta del Congreso, Ana Pastor. También su mujer, Celima Gallego, y dos amigos personales con los que mantuvo una estrecha relación personal y política, Jose Luis Rodriguez Zapatero y Ramón Sáez. Al comienzo y al final del acto cantó Amancio Prada, leonés también como Alonso. A continuación se transcribe la intervención de Ramón Sáez que supo extraer, en un texto precioso, los elementos civiles y democráticos de una persona que dejó una traza de honestidad y de compromiso entre todos los que le conocimos.

Palabras para recordar a José Antonio Alonso

Madrid 27 de marzo de 2017.


            1.- Qué difícil es hablar de un ser querido en la inmediatez de su pérdida, pues detrás de cualquier evocación se hace presente la ausencia. A propósito de la comunidad existencial en la que al parecer convivían muertos y vivos, John Berger sugiere, en sus Doce tesis sobre la economía de los muertos, que estos rodean a los vivos, los acompañan; los vivos ocupan el centro, donde se ubican las dimensiones del tiempo y del espacio, que a su vez se encuentra entornado por lo intemporal. Entre el centro y lo que lo circunda se producen intercambios confusos, interacciones que buscan elaborar sentido. Vivos y muertos eran colectivamente interdependientes: los vivos esperaban alcanzar la experiencia de los muertos, era su futuro último, de ahí la vivencia de la incompletud. Ahora, la deshumanización del capitalismo y su secuela de egoísmo han quebrado aquella mutua dependencia, hasta el punto de que los vivos, dice el poeta, creen que los muertos son aquellos que han sido eliminados. Repárese la diferencia entre el modelo de una comunidad habitada por vivos y muertos, con un centro y una periferia conectados, aquí el tiempo, allá un espacio más allá del tiempo –un ejemplo ideal de ello lo encontramos en el mundo de Pedro Páramo, la novela de Juan Rulfo-, y enfrente la vivencia colectiva de un adentro, la comunidad de los vivos, y un afuera, separados e incomunicados, porque esta nueva relación entre vivos y muertos, en alguna medida insolidaria, genera otra presencia de la ausencia. Los homenajes postreros pertenecen a la especie de los ritos de paso, pero también participan de los rasgos del rito de agregación, en la medida que pretenden reconstruir el lazo roto por la desaparición.

            2.- La personalidad de José Antonio Alonso se desenvolvía en una tensión fundamental entre dos polos. De un lado la esperanza, que le inducía a intervenir en el espacio social para intentar mejorar las cosas, enderezar la suerte de los débiles, una suerte de pasión por la justicia y la igualdad. De otro, la búsqueda de un mundo propio, exclusivo, de un espacio interior donde refugiarse e intentar conocerse y conocer al otro que habita en nuestra piel, un proyecto esencialmente moderno que forma parte de la herencia de los grandes poetas místicos españoles (conócete, el mandato que estuvo en el origen del psicoanálisis como disciplina). Tuve la suerte de conocer y tratar a lo largo de veinticinco años al Alonso de la vida pública, del que vengo a testimoniar ahora, al jurista del estado -por contraposición al jurista del mercado, que no de estado, lo que propicia una perspectiva y una consciencia bien distinta-, al activista de los derechos, portador de cultura de la legalidad, y al Toño reflexivo, que anhelaba la soledad y el silencio en la medida precisa para delimitar un sitio propicio a la introspección y al monólogo interior, donde reencontrase y sentirse uno mismo. Una soledad sonora como la que halló y cantó Juan de la Cruz. A su manera, una cierta distancia de las cosas y de las pasiones del mundo permitía a José Antonio alimentar una espléndida capacidad para la soledad y, al tiempo, una disponibilidad para los demás, lo que expresaba en su serena presentación en los foros públicos.

Posiblemente Toño, quiero creer, no se hubiera tomado muy en serio un homenaje a su persona y a su trayectoria pública; quizá habría sonreído, aquel gesto seductor tan suyo, con la pícara ambigüedad del que sabe que la gloria es efímera y la tímida desconfianza de quien resiste a reconocerse en el perfil que otros componen, incluso con el discreto aburrimiento que sentía ante las alabanzas que en un tiempo se le prodigaron. Aún así, esta celebración es oportuna, en esta sede del parlamento, porque viene a distinguir que trabajó con dedicación al servicio del interés general y regresó al tribunal cuando constató que el tiempo de la política había concluido.

3.- Quiero recordar al juez, oficio y profesión que José Antonio eligió al terminar sus estudios y que ejerció de manera ejemplar. Alguien le definió en la hora de su pérdida como un hombre de estado. Nada más alejado, en mi opinión, de la realidad: él no habría asumido el título. Un juez, un jurista del estado atiende, se debe, a las razones del derecho. Incluso, cuando accedió a la política de partido y aceptó responsabilidades de gobierno y cometidos parlamentarios, José Antonio no se dejó llevar por las razones de estado, una razón instrumental. Concebía al estado como una forma instituida al servicio de la sociedad y de los ciudadanos, y la política como un espacio de mediación. Es más, su compromiso no era con el estado sino con la legalidad. El respeto a la ley y al derecho, la protección y desarrollo de los derechos fundamentales -de todos ellos, los de libertad y participación junto a los sociales, económicos y culturales, y para todas las personas, derechos universales e interdependientes-, el respeto a la ley era para él un hábito político y cultural. Lo había aprendido e interiorizado como juez y nunca se desprendió de él.

4.- José Antonio maduró profesionalmente una vez que se asentó en Madrid, en 1990, y se inscribió en una tradición que venía de la lucha por la democracia y los derechos, la de Justicia democrática. Formó parte de una generación intermedia que sucedió a un grupo único de jueces, entre los que destacaban a la cabeza del colectivo Perfecto Andrés, Cándido Conde, Manuela Carmena, Juan Alberto Belloch y otros muchos. En torno a Jueces para la democracia se entregaron a la tarea de configurar los valores de una verdadera cultura de la jurisdicción: el juez como órgano de garantía, la vinculación a la ley y al derecho en clave constitucional, ley inserta en un orden donde la Constitución no solo tiene valor normativo sino que es su criterio de validez, lo que conlleva la aplicación directa de los derechos fundamentales y la intangibilidad de su contenido esencial, la independencia externa e interna, la imparcialidad del tercero entre partes enfrentadas, la motivación como fuente de legitimación de las decisiones de los tribunales, inmediación en la práctica de la prueba, expulsión de la venalidad del palacio de justicia (aquella inveterada corrupción nominada, castamente, con la metáfora de la astilla). Aunque el deseado giro cultural no llegó a su conclusión, hay un antes y un después en las prácticas judiciales, y en la propia vivencia del pluralismo al interior de la magistratura, que es deudor de aquel activismo.

5.- Toño Alonso fue portavoz de Jueces para la democracia durante cuatro años, a partir de 1994. Su impronta es reconocible. Se expresaba con rigor y elegancia, era próximo y divulgaba muy bien. Permítanme tres apuntes sobre sus ideas. Creía que la justicia debía abrirse a la sociedad, para ello había que redactar las resoluciones en lenguaje comprensible, sin renuncia alguna a la técnica jurídica pero atendiendo a sus destinatarios, que no eran los abogados sino los ciudadanos. En aquella época, Jueces para la democracia incrementó el diálogo y el entendimiento con organizaciones defensoras de derechos humanos, de los derechos de los presos, de los migrantes, de los trabajadores, de las mujeres, de los consumidores, del pacifismo y del medio ambiente, participando en debates y confrontaciones que dieron inusitado protagonismo a la asociación. En una lógica similar, José Antonio defendió con rigor la puesta en funcionamiento del jurado popular, un programa que para el orden penal preveía la Constitución, pero que contaba con una opinión contraria en la profesión. La intervención de ciudadanos en la función de juzgar era una escuela de ciudadanía, como había dicho Tocqueville a partir de su experiencia sobre la democracia en América, y además desacralizaba la función, la hacía más próxima. Entendía la potestad de jueces y tribunales como un servicio público que prestaba tutela a los derechos, a las libertades y a los intereses legítimos. Esta idea de servicio público fue un revulsivo, pues en alguna medida era un elemento contracultural, aunque pudiera parecer una propiedad del estado social de derecho y se correspondiera con la tradición del derecho público francés, en realidad venía a desequilibrar el papel del juez entendido en perspectiva exclusiva de poder. Poder sí, para decir el derecho en el caso, pero con una dimensión prestacional, como órgano de garantía del derecho. Por las mismas razones, pensaba que el Consejo General del Poder judicial debía ser elegido por el parlamento, aunque era consciente del peligro de ocupación partidista de las instituciones consideraba que la elección por los jueces de una parte de sus miembros podría convertir al órgano constitucional en un espacio de representación corporativa. Ideas polémicas que defendió luego como vocal del propio Consejo. En el debate, siempre supo escuchar y manifestar el respeto a las posiciones de los demás.

No puedo olvidar su ejercicio de la jurisdicción en clave constitucional. El sistema penal dispersaba violencia innecesaria sobre los más débiles, era el momento de incremento del encierro penitenciario, el inicio del populismo punitivo. El proceso debía respetar la dignidad de la persona, incluso restaurar al acusado su condición ciudadana. En este punto la sensibilidad del juez, pensaba y practicaba Alonso, era un factor esencial. En el juicio procuraba responder a las exigencias del modelo del observador imparcial y emotivo, un tercero ante el conflicto que controla los sentimientos por medio de las razones del derecho, pero que es capaz de identificar la desigualdad y trata de matizarla en el debido equilibrio entre las partes. Lo que le llevó a preocuparse por la calidad de la defensa o a optimizar las alternativas a la pena de prisión. Siempre trató de mirar el mundo desde abajo, una mirada compasiva que nutría con la ficción literaria y cinematográfica.

6.- Si alguien pregunta por el legado que nos deja José Antonio Alonso –el juez, el diputado, el ministro y el ciudadano-, creo que ha de buscarse en la cultura de la legalidad, donde jueces y tribunales requieren de la suficiente independencia para someter al poder al derecho, a todos los poderes, públicos y privados, poderes del estado y del mercado, y sancionar las ilegalidades que cometen para afirmar la vigencia de la ley. Un legado necesario en tiempos de zozobra donde la función reguladora del derecho se ha debilitado tanto y de manera tan rápida. José Antonio Alonso se sentía descorazonado ante la magnitud de la fuerza destituyente que estaba disolviendo los derechos y sus garantías en nuestro sistema jurídico-político, en una evolución que pone en cuestión la propia esencia de la democracia.

domingo, 26 de marzo de 2017

OTRA EUROPA, NUESTRA EUROPA: DIEM25 EN ROMA


La celebración del 60 aniversario del Tratado de Roma por los líderes europeos se confrontó a una importante manifestación por las calles de la capital de Italia, una Marcha por una Europa diferente, en la que participó Yanis Varoufakis, que encabeza el Movimiento por la Democracia en Europa 2025 (DiEM25), para posteriormente realizar un mítin en el Teatro Italia  en el que también participaron según la prensa, otras personalidades europeas como Juan Carlos Monedero, el cineasta Ken Loach, la eurodiputada ecologista alemana Ska Keller, el alcalde napolitano Luigi de Magistris, la activista polaca Agnieszka Bak o la economista Marta Fana.

La Revista Sin Permiso, que siempre ofrece los textos más interesantes que se están produciendo en Europa oportunamente traducidos, ha publicado, en traducción de Enrique García, el siguiente texto de Yanis Varoufakis en el que anuncia la propuesta de un New Deal para Europa y el propósito de que este tema se discuta entre las fuerzas políticas y sociales de todos los países europeos y se incorpore al debate y a los programas electorales. Por su interés, se reproduce – sin permiso gracias a Sin Permiso – en su totalidad.

En vísperas de la presentación de su New Deal Europeo en Roma, DiEM25 llevó a cabo una rueda de prensa el pasado 24 de marzo en la que Yanis Varoufakis hizo la siguiente declaración antes de una sesión de preguntas y respuestas con los periodistas. Con esta declaración, DiEM25 anunció su determinación de llevar el programa del New Deal  Europeo a las urnas en todos los rincones de Europa.

Damas y caballeros,

Es estupendo estar de vuelta en Roma, donde todos los caminos nos han traído, desde toda Europa, con motivo del 60 aniversario del Tratado de Roma.

En circunstancias normales, mañana debería ser una celebración importante de la idea de Europa y de los logros de la UE. Por desgracia, la idea de Europa se encuentra en retroceso y la UE se encuentra en un avanzado estado de descomposición. Los europeos que vean en sus pantallas de televisión a sus líderes reunidos para la ocasión en Roma se preguntarán: ¿qué están celebrando? ¿la desintegración de Europa, que ahora llaman 'a varias velocidades' o 'geometría variable' europea? ¿Su pretendida ‘normalidad’, como si no ocurriera nada, que está avivando las llamas del nacionalismo xenófobo? No está del todo claro para que han venido a Roma.

Nuestra razón para estar aquí, en Roma - la razón por la que DiEM25 esta aquí - es a la vez clara y pertinente. Estamos aquí para responder a dos preguntas:

La primera pregunta es: “¿Qué hay que hacer?” Nuestra respuesta tiene la forma de un New Deal Europeo de DiEM25 que presentaremos mañana por la noche en el Teatro Italia: un programa innovador, amplio, una política capaz de salvar a Europa y, más importante , capaz de hacer que merezca la pena salvar a Europa. Es el antídoto de DiEM25 a TINA (There Is No Alternative), ese dogma paralizante que está destruyendo Europa.

La segunda pregunta es: “¿Cómo se puede hacer?” ¿Cómo se propone DiEM25 ofrecer su programa de New Deal Europeo a los pueblos de Europa y que puedan imponerla a un establishment en permanente estado de negación?

¿ QUE HAY QUE HACER?

El New Deal Europeo de DiEM25, resumido

El New Deal Europeo de DiEM25 ofrece una agenda económica y social integral para el conjunto de Europa, incluyendo a los miembros de la zona euro, la UE que no está en la zona euro y todos los países europeos, incluso los que están fuera de la UE. Demuestra cómo la crisis económica y social europeo, incluyendo la crisis del euro, puede estabilizarse inmediatamente, mediante las instituciones ya existentes, antes de desarrollar nuevas instituciones destinadas a: (a) convertir la riqueza ociosa en inversiones verdes, (b) la entrega de bienes básicos a todas las regiones europeas (liberándolas del desempleo involuntario, liberándolas de una emigración involuntaria, garantizando el derecho a un medio ambiente y a una comunidad sostenibles), (c) compartir los rendimientos del capital y la riqueza, (d) la democratización, y la racionalización de este modo, de la política económica. Por otra parte, el New Deal Europeo de DiEM25 contempla un plan para la gestión de los efectos negativos de una posible desintegración de la UE y de la zona euro.

¿CÓMO PUEDE HACERSE?

DiEM25 convoca a la sociedad política y civil en toda Europa

DiEM25 fue fundado en la creencia de que una agenda progresista necesita un nuevo movimiento político paneuropeo transnacional para llevarla a cabo ... ¡la 'M' en DiEM25! ¿Puede el New Deal Europeo llegar a ser relevante, por espléndido que pueda ser como documento político, sin ser puesto a prueba democráticamente, es decir, en las urnas? Nosotros creemos que no. ¿Quiere decir esto que DiEM25 se está convirtiendo en un partido político dispuesto a participar en las elecciones nacionales o al Parlamento Europeo? Es sobre esto sobre lo que quiero hablar esta mañana.

Cuando DiEM25 fue fundado, en el Teatro Volksbühne de Berlín en febrero de 2016, explicamos que nuestra primera tarea era elaborar una agenda de política progresista para Europa en su conjunto. Cuando nos preguntaron si teníamos la intención de participar en las elecciones, nuestra respuesta estándar fue: “Si nuestra agenda de política progresista es sólida, confiamos en que encuentre una manera de expresarse electoralmente en toda Europa”. Bueno, poco más de un año después, nuestra agenda de política progresista - el New Deal Europeo que presentaremos mañana, aquí en Roma - está lista. ¡Y pide una expresión electoral!

Lo ideal sería que DiEM25 no participase en las elecciones, sino que ofreciera a partidos políticos, movimientos y organizaciones existentes la infraestructura necesaria para que puedan incorporar el New Deal Europeo de DiEM25. Con este fin, hoy, aquí en Roma, hacemos una convocatoria abierta a los partidos políticos, ayuntamientos, sindicatos, movimientos sociales, organizaciones de la sociedad civil y a los ciudadanos de toda Europa a unirse a nosotros en los próximos dos meses en un esfuerzo conjunto para dar una expresión electoral paneuropea al New Deal Europeo que DiEM25 presentará mañana por la noche en el Teatro Italia.

Durante los próximos dos meses vamos a dialogar con todos los partidos, organizaciones y redes transeuropeas que respondan positivamente a esta convocatoria de DiEM25, así como con los miembros de DiEM25. Más tarde, el 25 de mayo, exactamente ocho semanas después del lanzamiento de mañana aquí en Roma, nos encontraremos de nuevo, esta vez en Berlín, en el teatro Volksbühne de nuevo, para anunciar la expresión electoral que adoptará nuestra agenda política de un New Deal Europeo. En los países donde nuestros socios políticos comparten nuestro compromiso de promover y hacer realidad el New Deal Europeo, les apoyaremos. En otras partes, si los miembros de DiEM25 optan por un proceso democrático y transparente, que implique a toda la comunidad del movimiento, desean organizarse para defender el New Deal Europeo en una contienda electoral, también vamos a apoyarles.

DiEM25 no trata de ganar poder. El objetivo de DiEM25 es ayudar a los pueblos de Europa a recuperar el control sobre nuestras ciudades, países, dignidad, esperanza, vida y futuro. Pero para recuperarlos primero tenemos que volver a tener un objetivo común de los pueblos europeos soberanos. Para esto, necesitamos una agenda internacionalista, común, transnacional, europea, económica y social. Necesitamos un antídoto a la doctrina paralizando de TINA de la UE. Necesitamos un New Deal Europeo que ofrezca políticas realistas que puedan ser aplicadas inmediatamente, mañana por la mañana. Y tenemos que llevar este New Deal Europea a las urnas en cada rincón de Europa.

Gracias.

viernes, 24 de marzo de 2017

LA CGIL ITALIANA COMIENZA A GANAR LA BATALLA DEL REFERÉNDUM



Como ya se dijo en este blog en otra entrada de enero de este año, (Referéndum y reforma laboral en Italia) la CGIL, había lanzado una propuesta fuerte de regulación de los derechos de los y las trabajadoras mediante la “Carta de derechos universales del Trabajo”, a la vez que impulsaba una campaña extensa por la libertad en los lugares de trabajo que llevaba consigo la petición de tres referéndums sobre el trabajo relativos a tres cuestiones centrales: la eliminación de lo que se denomina voucher que implica una remuneración sin apenas contribuciones fiscales para los trabajos ocasionales y esporádicos que realmente se está empleando sin control, el restablecimiento de la responsabilidad solidaria plena entre contratistas y subcontratistas y la empresa principal, y, finalmente, la derogación de las reformas que, como consecuencia de las indicaciones de la gobernanza económica europea, se habían realizado sobre el régimen del despido en el Estatuto de los Trabajadores, derogando la tradicional respuesta normativa de éste frente al despido ilegítimo, la readmisión forzosa del despedido, ahora solo vigente para los despidos discriminatorios y vulneradores de derechos fundamentales.

El Tribunal Constitucional italiano, sin embargo, rechazó el último – y más comprometido – referéndum sobre el art. 18 del Estatuto de los Trabajadores sobre la base de que se planteaba de manera “manipulatoria” el referéndum derogatorio, al entender que se producía una “manipulación” del elemento abrogatorio de varias normas de tal modo que de ello se deducía una propuesta concreta de regulación, un elemento propositivo en positivo que excede del carácter de legislador negativo que es propio de la figura del referéndum derogatorio, para que éste instrumento no pueda ser empleado como sustitutivo de la iniciativa legislativa plena, propositiva y regulatoria, que debe descansar en el Parlamento. El gobierno italiano respiró tranquilo ante este fallo del TC, pero la CGIL inició de inmediato una campaña para movilizar a los electores sobre la necesidad de acudir a votar en los dos referéndums, y la amplitud de la respuesta que estaba recogiendo fundamentalmente entre jóvenes, mujeres y trabajadores precarios – en lo que esta categoría no tiene de redundante con las anteriores – comenzó de nuevo a inquietar al nuevo gobierno Gentiloni que ha sucedido al de Renzi tras la dimisión de éste como consecuencia del NO en el referéndum de la reforma constitucional (sobre cuyo hecho, políticamente muy relevante a la hora de calibrar la desafección de una buena parte de la izquierda frente al líder del PD también se ha dado noticia en el blog aquí:  El si y el No de Matteo Renzi).

 Es notoria la capacidad de una confederación como la CGIL de incidir en el espacio político y de hacer presente su propio proyecto social que tiene como referente central el trabajo – la libertad en el trabajo y no la libertad de trabajo de matriz liberal –y muestra la importancia de los aspectos socio-políticos del sindicato como una forma decisiva de implantación en el tejido social y de significarse como un sujeto social activo y propositivo, capaz de agregar consensos más allá de la propia consideración específica de la pertenencia a una clase social o a la situación concreta del trabajo realizado. Además este proceso se ha visto acompañando de ciertas turbulencias en el interior del PD, con la práctica escisión de componentes importantes del mismo y la constitución de un nuevo bloque político denominado Izquierda italiana (SI) que señala una fuerte contestación en el área post-comunista de la deriva llevada a cabo por Renzi y los gobiernos continuistas del suyo.

La CGIL con esta campaña ha conseguido, después de mucho tiempo, colocar al trabajo en el centro del debate político, y como consecuencia de esta movilización, ha logrado que el Gobierno declarase que retirará los dos puntos centrales de la propuesta refrendaria. Es decir, la cancelación del voucher y la recomposición de la responsabilidad solidaria en los casos de descentralización productiva. Ha sido un triunfo evidente – que el gobierno ha justificado sobre la base de “no querer dividir al país” – pero la CGIL no se desmoviliza por ello. Es un “primer resultado extraordinario de nuestra iniciativa” ha afirmado el comunicado de prensa de la CGIL, pero “ahora el Parlamento debe convertir en ley el decreto del gobierno para que el Tribunal Constitucional pueda declarar que se han acogido las peticiones efectuadas y por tanto que no tiene razón de ser el voto en el referéndum”.

Una parte de la derecha política que gobierna y da apoyo al PD busca sin embargo sustitutivos “flexibiles” a la figura devastadora del voucher, y para ello se fija fundamentalmente en el trabajo a llamada – el job on call – como figura a introducir en el sistema italiano, aunque hoy por hoy el sector renziano del PD preferiría no agitar esas aguas y dar alas a una protesta fuerte desde la izquierda social que pudiera alimentar el alcance y la incidencia de esa izquierda política incipiente. Por el contrario, la CGIL propone como forma jurídica que pudiera sustituir el uso económico y social que se quería dar al voucher la de un “contrato de trabajo subordinado ocasional”, que reconduce las actividades ocasionales de estudiantes, pensionistas, no empleados o parados a la negociación colectiva de ámbito nacional y a su determinación de estándares de remuneración adecuada, sin que por tanto estos trabajos esporádicos se traten como trabajos no declarados y se consideren por tanto parte de la economía sumergida.

La CGIL en consecuencia, ha sabido aprovechar el momento político y la onda de renovación que se está expresando en muchos aspectos a partir del referéndum del No en varios sectores de la sociedad italiana y que también recorre los movimientos muy significativos en la izquierda del PD.  “No cantemos victoria – ha dicho  Susanna Camusso  - pero es un primer e importante triunfo”, y conviene recordar que “hemos devuelto al país y a las personas la confianza en que se puede cambiar las cosas juntos”.    En ese proceso, la movilización continua, especialmente para dar a conocer y debatir la Carta de Derechos y las propuestas de (re)regulación que se contienen en ese documento, son los ejes de las coordenadas de la acción colectiva y sindical. Una significativa coincidencia entre los sindicatos del sur de Europa, que se están dedicando a elaborar un programa diferente de legislación que adecúe la norma laboral a las peculiaridades del nuevo momento productivo y organizativo de las respectivas “identidades económicas” que definen el mundo de este comienzo de siglo. Precisamente a este tema se dedicará el blog a finales de la semana que viene, con ocasión de un acto de presentación de un “contra – Código” del Trabajo en Paris, fruto de un grupo de investigación académico pero que es amparado por la CGT y Solidaires.


Ser consciente que los sindicatos pueden obtener triunfos serios e importantes en otros países, extender estas experiencias y darlas a conocer, es también hacer una pedagogía de la acción sindical que en muchas ocasiones se quiere cercenar o impedir. La solidaridad entre sindicatos se manifiesta también aquí, en la narración de los triunfos de éste. Mostrar que además de la protesta el sindicato es capaz de obtener compromisos serios y concretos, de hacer avanzar las cosas en la dirección correcta, y de presentar proyectos creíbles y alternativos de regulación del trabajo, es un paso adelante en el camino de las reformas incisivas que el neoliberalismo no está dispuesto a permitir de buen grado y que sin embargo es el único itinerario que puede lograr que Europa no se desmorone, paralizada en su compromiso con la democracia y bloqueada en el desarrollo del modelo social europeo.

lunes, 20 de marzo de 2017

COMISIONES OBRERAS, PASO A PASO



Acaba de salir, publicado por la Editorial Bomarzo, un libro muy esperado tanto por sindicalistas, especialistas y en general todas las personas que están interesadas en conocer los hechos históricos del franquismo y la transición democrática. El libro Comisiones Obreras paso a paso es fruto de la colaboración entre Juan Moreno, que ha estudiado de manera exhaustiva la historia de CC.OO. y que tiene un impresionante archivo documental sobre la misma, y Antonio Baylos, que ha trabajado ampliamente sobre el desarrollo del sindicalismo en nuestro país. El libro tiene dos partes muy definidas, en la primera se lleva a cabo un estudio sobre el nacimiento y desarrollo de CC.OO. durante el franquismo y la transición democrática continuando con su actividad en el sistema democrático durante la época de división sindical durante el gobierno socialista, para culminar con la unidad de acción y la huelga general del 14-D de 1988 como un gran hecho histórico irrepetible. En la segunda parte, el libro ofrece un recorrido cronológico exhaustivo sobre estas fases históricas, relacionando los acontecimientos más relevantes - en España, en Europa y en el resto del mundo - que contextualizan la serie temporal. 

El libro es un producto novedoso que se publica en la colección "Historia y Cultura del Trabajo" de la editorial Bomarzo, que tiene como objetivo explícito rescatar la experiencia histórica de CC.OO. subrayando su originalidad política y cultural en la Europa del siglo XX, desbordando por consiguiente su consideración exclusivamente "de consumo interno". A buen seguro será un libro que servirá de acompañamiento al debate congresual de CC.OO. que está en marcha, y ya se han comprometido varias presentaciones del mismo en diferentes ciudades del Estado español.

Se trata de un tipo de literatura que no suele ser común entre la producción bibliográfica de este país. Ante todo por tratar de un sindicato - dado que el sindicalismo no se comprende bien ni como objeto de estudio por los especialistas, y es denigrado normalmente por los publicistas y los medios de comunicación - y sobre todo porque sea el sindicato de Comisiones Obreras del que se reivindica su figura no como un sujeto épico - sin negar el heroismo de sus militantes - sino como una forma histórica especialmente relevante que supo organizar colectivamente a la clase trabajadora de este país en un proceso de emancipación social y política y que supo crear una cultura de resistencia y de proyecto reformista  edificada sobre la autonomía de la clase que resulta una experiencia especialmente relevante en el devenir histórico de toda Europa de los treinta años que van desde 1958 a 1988. 

Naturalmente que los lectores y frecuentadores del blog son cortesmente invitados a la lectura de este libro, que previsiblemente les será de interés. A continuación se publica el índice y la nota editorial del mismo.

Comisiones obreras paso a paso


Precio: 25 €
ISBN: 978-84-16608-67-6FECHA DE EDICIÓN: 2017 NÚMERO DE PÁGINAS: 288


PRIMERA PARTE. MIRANDO HACIA ATRÁS, DESCUBRIENDO EL PASADO.
1. Memoria, historia y relato de CCOO.
2. La victoria terrible de la dictadura.
3. Autoritarismo social y liberalismo económico.
4. Espontaneidad y organización de clase en las Comisiones Obreras: algunos puntos de análisis.
5. Transición a la democracia y modelo sindical.
6. Gobierno socialista y modernización.
7. Final abierto.

SEGUNDA PARTE. CRONOLOGÍA DE COMISIONES OBRERAS.
1. Terror y posguerra: nuevo orden político.
2. Precedentes de CCOO (Las “Comisiones espontáneas” 1953-1962).
3. Desarrollismo económico y oposición incipiente.
4. El nuevo movimiento obrero.
5. Represión y reflujo.
6. Recuperación de espacios. Huelgas generales.
7. Muerte del dictador y derrumbe del sindicato vertical.
8. España en huelga. CCOO de movimiento a sindicato.
9. El coste humano de la libertad. La ruptura pactada.
10. Crisis económica, debilidad y desunión sindical.
11. Modernización y liberalización económica. Unidad de acción sindical.

Se puede obtener el libro on line a partir de este enlace CCOO paso a paso

martes, 14 de marzo de 2017

HUELGA, ESQUIROLAJE, CONTRATAS


Ha corrido por la web como un reguero de pólvora. La prensa de color salmón lo ha destacado, y en seguida en las redes se ha compartido este tremendo diagnóstico, según el cual el Tribunal Supremo en su Sala de lo Social habría fallado contrariando la doctrina del Tribunal Constitucional en la STC 75/2010 y la del propio Tribunal Supremo en las sentencias de Prisa y de Coca Cola, en las que el desvío de la producción de una empresa para evitar los efectos de la huelga de los trabajadores de su contrata, a otras con las que contrata o subcontrata sus servicios sustituyendo los que no prestan los huelguistas, implica una violación del derecho de huelga. En este sentido, la decisión del Tribunal Supremo habría de haberse producido en Sala General porque sin duda tendría una gravedad extraordinaria. Sin embargo, este tipo de noticias debe siempre ser mediadas por el conocimiento directo de la sentencia. Eso es lo que ha realizado el Gabinete de Estudios Jurídicos de CC.OO. cuya nota es suficientemente indicativa del desmentido de la noticia tal como venía siendo distribuida. La doctrina del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional no ha sido corregida por la sentencia de marras. A continuación se transcribe la nota del Gabinete de CC.OO., a la que sigue un ruego final que va dirigido especialmente a los trabajadores huelguistas y a los letrados del sindicato que ha protagonizado este litigio.

Esta es la nota de CCOO , que considera que el Tribunal Supremo no corrige su doctrina sobre el derecho de huelga

No es cierto que la sentencia admita, sin más, que ante una huelga convocada, se pueda suplir la actividad de los trabajadores acudiendo a subcontratas. La empresa que es objeto de convocatoria no puede acudir a esa forma de esquirolaje para desviar la producción, y en este punto la Sentencia no introduce ningún cambio. Tampoco admite que otras empresas, si están vinculadas con la que es objeto de huelga, puedan desviar la producción por cualquier vía.

14 de marzo de 2017

En relación con la sentencia del Tribunal Supremo sobre la que se hacen eco hoy algunos medios de comunicación, CCOO, en una primera valoración de urgencia, subraya algunas matizaciones.
En la sentencia de 16 de noviembre de 2016, sobre Altrad Radisola, el TS rechaza el criterio de la Audiencia Nacional de considerar que se ha lesionado el derecho de huelga, por el hecho de que la empresa comunicara a sus clientes la dificultad de atender los encargos de instalar andamios y dispositivos de seguridad, ante lo cual tales clientes utilizaron de forma puntual los servicios de otras empresas.

En la demanda se invoca la doctrina fijada para el Grupo Prisa por el TS, pero en esta ocasión no es aplicable por varias razones:

- En primer lugar, porque el sindicato que reclama la violación del derecho de huelga no ha demandado, ni reprocha nada a las empresas contratistas que han cumplido el encargo. Por el contrario, fueron los propios demandantes quienes entendieron que estas empresas no habían conculcado el derecho de huelga, ya que no las demandaron, y por lo tanto no apreciaron que existiera entre ellas y la demandada Altrad ninguna especial vinculación que las obligara a respetar la huelga y, consecuentemente, a no contratar con otros las obras que ya tenía contratadas Altrad, y que ésta no podía realizar precisamente por la existencia de la huelga declarada en ella.

- En este caso, la empresa contratista en la que se desarrolla la huelga, no tenía posibilidad de impedir a los clientes que utilizaran los servicios de otras empresas, y tampoco lo ha fomentado, y no se ha beneficiado.

No tiene vinculación con sus clientes que le permita codecidir con ellas la realización de esos trabajos por terceras empresas de la competencia, ni estaba en condiciones de impedir que sus clientes las contratasen con terceros, ni tampoco se benefició de ello, porque no realizó ni cobró tales trabajos, y sin que tampoco conste que hubiese colaborado en su realización, como pone de relieve el informe de la Inspección de Trabajo, por lo que no puede imputarse a la demandada Altrad una conducta que haya impedido o disminuido los efectos de la huelga, o menoscabado la posición negociadora de los RLT

- Tampoco existen vinculaciones entre las empresas implicadas, principal y contratistas, que permita aplicar esa doctrina.

Esta sentencia no corrige la doctrina del propio TS, en relación con la vulneración del derecho de huelga, por la sustitución de trabajadores de la empresa en huelga por otros de entidades integradas en un grupo con vinculaciones internas. Dice el TS que "Debemos decir que el problema que resolvemos en el presente recurso no se refiere a la vulneración del derecho de huelga por parte de la empresa principal en situaciones de huelga de los trabajadores de un grupo de empresas, de contratas o subcontratas, como sucedió en nuestra STS de 11/02/2015 (rec. 95/2014 ) , en la que se analizaba la vulneración del artículo 6.5 del RDL 17/1977 en relación con la sustitución de trabajadores en huelga -esquirolaje interno-en un grupo de empresas conectadas entre sí por muy especiales vínculos que incidían en la actividad laboral de los huelguistas y el ciclo productivo al que estaban adscritos.
En opinión de CCOO, se puede decir que es una doctrina restrictiva, que rechazamos, pero no corrige la doctrina anterior. En realidad se constata que no concurren las circunstancias para aplicarla.

Por otra parte, se corre el riesgo de exagerar los efectos, y omitir las matizaciones que introduce el Tribunal. No es cierto que la sentencia admita, sin más, que ante una huelga convocada, se pueda suplir la actividad de los trabajadores acudiendo a subcontratas. La empresa que es objeto de convocatoria, no puede acudir a esa forma de esquirolaje para desviar la producción, y en este punto la Sentencia no introduce ningún cambio.

Tampoco admite que otras empresas, si están vinculadas con la que es objeto de huelga, puedan desviar la producción por cualquier vía. Declara vigente la doctrina Prisa en estos casos, lo mismo que la doctrina CocaCola.  Además, la sentencia destaca la grave deficiencia procesal de considerar abusivo el desvio de producción, pero no cuestionar la actividad de las empresas a las que se les atribuye que lesionan la huelga, y no demandarlas en el proceso. Eso no sucedía en la doctrina del Caso Prisa, ni tampoco en el caso CocaCola.

Hasta aquí la nota de CC.OO. Ahora el ruego. Es muy posible que los abogados de los huelguistas y del sindicato que les ampara decidan, como están en su derecho, que el caso debe llevarse al Tribunal Constitucional en un recurso de amparo. Desde este blog les rogamos que no lo hagan antes de meditar, desde la experiencia que tenemos, si creen que realmente el Tribunal constitucional renovado recientemente - y a este tema se dedicará el próximo post del blog - no aprovechará el amparo para demoler la doctrina de la Sentencia 75/2010 y concordantes que precisamente ha dado lugar a la doctrina del Tribunal Supremo que hoy se comenta en lo casos de Prisa y de Coca Cola.  No sea que para enmendar el fallo demos oportunidad a un Tribunal claramente alineado con las posiciones del neoliberalismo económico para atentar de manera profunda contra el ejercicio del derecho de huelga. Y si no, que recuerden la Sentencia del 2 de febrero del 2017 del Tribunal Contitucional sobre el esquirolaje tecnológico que se ha comentado por Carlos H. Preciado en este mismo blog Esquirolaje tecnológico

domingo, 12 de marzo de 2017

RELEVO EN COMISIONES OBRERAS


En la mañana de hoy, 11 de marzo, el Consejo Confederal de CC.OO., máximo órgano de dirección del sindicato entre Congresos, ha conocido por parte de su Secretario General  su decisión de no presentarse a un tercer mandato, así como el apoyo a la candidatura de Unai Sordo, secretario general de CC.OO. de Euzkadi, para el Congreso de junio. La noticia ha ganado la primera página en los digitales “El diario” – que lo etiqueta bajo la rúbrica general de “regeneración democrática” – “Nueva Tribuna” – que adelantó la noticia ayer como primicia – “bez.es”  e “Infolibre”, y lugar destacado en Público. Las páginas web de los diarios en papel colocan la noticia en la sección de economía unos, como El Mundo o El Pais, pero ABC y La Razón la dan en lugar destacado.

Las notas de prensa suelen ser idénticas, y se acompañan de los perfiles de ambos sindicalistas. Se resalta en ellas la relación de esta decisión de Ignacio F. Toxo con el proceso de cambio y de renovación en el sindicato que se ha ido llevando a cabo a partir del debate sobre “repensar” el sindicato, que se ha efectuado en paralelo con la rememoración de la historia de CC.OO. coincidiendo con aniversarios de efemérides que marcaron la vida de la que hoy es la Confederación sindical en una campaña que se resumía en la conjugación en pasado presente y futuro de la expresión hacer historia. Ambas líneas están relacionadas entre sí, porque junto a la necesidad de un cambio cultural y estratégico del sindicato como “forma de estar” en la realidad laboral presente, ha sido también expresamente considerada la idea de un relevo generacional de un dirigente que no vivió la época del nacimiento y primeros desarrollos de las Comisiones Obreras, y que ha nacido por tanto en democracia.

Un sindicato del que los medios destacan la “pérdida de afiliación” por debajo del millón de trabajadoras y trabajadores adheridos al mismo, que sin embargo sigue ostentando el primer puesto en las elecciones a miembros de comités de empresa y delegados de personal y por consiguiente la mayor audiencia electoral entre los trabajadores del Estado español y que se constituye en una de las figuras sociales de mayor implantación en el tejido social de este país, que está presente en todos los niveles de la negociación colectiva y exhibe una comparecencia activa en la sociedad y en la dinámica de los conflictos. Pero es un sindicato que ha sido muy castigado por las políticas de la crisis llevadas a cabo por los gobiernos del PSOE primero y de manera mucho más agresiva por parte del PP, después, sin que la situación política durante todo el año 2016 permitiera, como confiaba, el cuestionamiento de estas políticas mediante un cambio de gobierno que habría posibilitado seguramente algunas modificaciones legislativas que abrieran al sindicato espacios de actuación que por el momento tiene cerrados.

El sindicato ahora no tiene por tanto una situación cómoda. Debe de nuevo recomponer el territorio de los consensos de los trabajadores en torno a su actuación obteniendo la aprobación de éstos mediante una adecuada combinatoria de la presión y del acuerdo, además de ganar una imagen pública de eficacia y de solidez frente a  la que la ideología neoliberal ha conseguido implantar  en sectores importantes de la opinión pública que considera a los sindicalistas – aunque se salve al sindicato como institución – inútiles y prescindibles, personas que han escapado al destino terrible de ser trabajador por cuenta ajena y se refugian en una existencia desganada y accesoria . En una situación como la actual, en donde el desánimo de los activistas y de los militantes es un efecto buscado por las élites y amplificado por sus medios de comunicación que los tienen empotrados – y aunque sepamos, como ha señalado con razón Bernie Sanders, que “perder la esperanza no es una opción” - , cambiar la cara visible que va a simbolizar CC.OO. es algo muy positivo. Da cuenta físicamente de un cambio real, al saltar a otro grupo de edad alejado del que ha acompañado a los dirigentes de CC.OO. hasta el momento, y , aunque esto no se aprecia por la mayoría de la ciudadanía catódica que conoce las noticias a partir de la televisión, la radio y en su caso el periódico, comentado eso si por los tertulianos de rigor, se trata de un cambio que se está produciendo en una buena parte de las organizaciones que componen CC.OO., desde Cataluña a Andalucía, en donde el relevo generacional se está asimismo llevando a efecto.

CC.OO. estuvo fuertemente dividida hace ocho años, pero la gestión de ese conflicto interno por el equipo de dirección liderado por Toxo resultó muy eficiente, aunque previsiblemente se puedan rastrear diferencias de cierta importancia en la enunciación de las estrategias según en qué áreas del trabajo sindical, que han sido progresivamente matizadas con ocasión del enfrentamiento del sindicato a lo que en la actualidad suman más de ocho años de crisis y de progresiva deconstrucción de derechos individuales y colectivos de las trabajadoras y trabajadores. Esta cohesión interna se ha visto claramente en el proceso de encuentros y discusiones con cada una de las organizaciones del sindicato que el Secretario General ha ido efectuando y durante las cuales no sólo comprobó la convergencia de opiniones sobre un liderazgo – el suyo – plenamente aceptado, sino también que éstas compartían la propuesta de Unai Sordo como objeto de apoyo y promoción. Posiblemente Toxo ha esperado pacientemente a ir tejiendo una amplia red de consensos sobre el cambio necesario en la organización – en la cúpula y en los sectores medios- antes de decidir  sobre su permanencia o no al frente de ella, de manera que ha impedido mediante este método que se reabrieran posiciones enfrentadas que habían sido prácticamente pacificadas. Aunque el panorama político es muy desfavorable para el sindicalismo en general, con la crisis abierta del PSOE y las turbulencias muy recientes en Podemos, la recomposición del mapa electoral está permitiendo una mayor autonomía sindical en sus relaciones en el nivel de la acción política y parlamentaria, puesto que con el Gobierno existe una especie de tema tabú consistente en la inmodificabilidad de los elementos básicos de la reforma del 2012, es decir, justo lo contrario que el sindicalismo español y en concreto del de CC.OO. pretenden como condición para poder mejorar su función de tutela de los trabajadores.

Apoyado por la totalidad de los votos del Consejo Confederal salvo seis abstenciones y sin ningún voto en contra, es el Congreso de junio el que tiene la última palabra porque en él puede presentarse otro u otros candidatos al  mismo, aunque no es probable que esto suceda ante la sustentación colectiva que ha recibido o en todo caso no parece que esa acción tuviera en su caso muchas posibilidades de éxito. Unai Sordo proviene de un territorio en el que la reivindicación nacional es muy fuerte y desde la cual se declara abiertamente federalista, lo que por otra parte no le plantea ningún problema desde el programa y la estrategia confederal de CC.OO. Tiene una amplia experiencia tanto organizativa como activista, y revaloriza de manera muy importante la negociación colectiva como instrumento de participación de los trabajadores y de consolidación del sindicato como sujeto colectivo. Acopia una buena formación sindical y también universitaria, como diplomado en relaciones laborales, y participa siempre en las actividades que en esta materia organiza la Escuela de Lejona de la UPV. Tiene un blog relativamente activo – últimamente con una frecuencia mensual - que se subtitula “una plaza pública virtual para transeúntes”,  que forma parte de la blogosfera de Parapanda ya desde hace mucho tiempo, y en donde se puede seguir con bastante certeza las opiniones y puntos de vista sobre cuestiones importantes del sindicato y de la acción colectiva del mismo. Mantiene una relación muy fluida de coordinación con sindicatos europeos – en especial con la CGIL Toscana – y ha cuajado un equipo de dirección de las CC.OO. de Euskadi muy potente y seguro en un contexto realmente complicado económica, social y políticamente, en donde la hostilidad de los sindicatos nacionalistas hacia CC.OO. es especialmente aguda en cuanto al modelo de negociación colectiva y el objetivo de los acuerdos sociales.


Nos esperan por tanto unos meses interesantes de debates y reflexiones sobre las políticas  y las medidas que se debe adoptar a corto y a medio plazo, pero la incertidumbre sobre las personas que deben dirigir el sindicato ha quedado resuelta y por tanto no se tiene que gastar energías sobre el particular. Ignacio F. Toxo ha gobernado el sindicato en tiempos muy difíciles, y ha dado una verdadera lección democrática retirándose mediante este procedimiento callado y consensuado, sin dar publicidad a lo proyectado, garantizando hasta el final el tránsito a una nueva fase que necesariamente ha de partir con fuerza, creando nuevos escenarios en donde desplegar con mayor potencia la capacidad del sindicalismo de cambiar de manera continua y progresiva las cosas que importan.

jueves, 9 de marzo de 2017

LA HUELGA EN LA ENSEÑANZA DEL 9 DE MARZO



Tras la impresionante movilización de ayer en torno a los derechos de la mujer en el trabajo y en la sociedad, se abre hoy un conflicto en un sector decisivo en cualquier aís, la educación, que sin embargo en España se considera fundamentalmente como un espacio de negocio y un espacio de control ideológico, especialmente en lo que se refiere a la enseñanza no universitaria. Esta última se va convirtiendo, mediante la convergencia política de sectores de centro izquierda y centro derecha, en un proceso tecnificado de excelencia que segrega universidades, grados y profesiones en función de una jerarquía de mercado evaluable sobre bases competititivas falseadas que desembocan en un incremento de las desigualdades entre territorios y niveles de renta cada vez más deplorable.

Frente a ese estado de cosas, los sindicatos más representativos del sector, junto a las asociaciones de padres y el Sindicato de Estudiantes entre otras organizaciones estudiantiles, han convocado para hoy, jueves 9 de marzo, una huelga en la enseñanza que se está llevando a cabo. Al mediodía se prevén concentraciones y por la tarde en Madrid está prevista una manifestación a las siete de la tarde de Neptuno a Sevilla que confluye con la Marea Verde que vuelve a reivindicar la calle y el espacio público en el que desarrolla su protesta y explica su proyecto alternativo. Las protestas en educación no deben desligarse de la trayectoria que , a partir de 2010, han seguido éstas, en un ritmo muchas veces creciente y que han cosechado recientes triunfos – que el gobierno quiere anular  - como la inaplicación de la LOMCE por votación parlamentaria luego impugnada ante el Tribunal Constitucional. Pero tampoco de la represión muy amplia que este tipo de movilizaciones ha tenido. El juicio penal contra los Cinco del Buero en Guadalajara, aunque haya concluido con la absolución de los mismos, debe servir de advertencia sobre la actitud del gobierno y de la reacción que sostiene la contrarreforma educativa respecto de los sujetos que se oponen a la misma.

En esta bitácora se dará cuenta de los resultados de la huelga. Ahora se incorporan a la misma las motivaciones que la sostienen, en la síntesis que hace la notificación sindical de apoyo a la misma por parte de CC.OO., a lo que se une algunos extractos de una entrada que el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Julio González, ha realizado en su blog Global Politics, resaltando algunos elementos muy negativos de la LOMCE. La situación es por tanto grave y el conflicto oportuno. La negociación de un llamado Pacto de Estado en el que sin embargo no se está incluyendo ni a los actores de la sociedad civil ni a los protagonistas del mundo de la educación ni previsiblemente a más de un tercio de las fuerzas políticas, abre el momento justo para exigir una participación en el mismo.

Esperemos por tanto una intensa participación de todos los sectores involucrados. De momento, analicemos los motivos de la huelga.

Estas son las razones que esgrime, de manera muy sintética, el movimiento sindical:

Después de varios años de recortes, nos encontramos en una situación muy preocupante para la Educación en nuestro país. Se ha ido reduciendo el presupuesto destinado a Educación hasta pasar de una 4,9% en 2010 a un 4,1 % del PIB. Se han eliminado recursos educativos, miles de profesionales de la Educación han sido despedidos y se ha aumentado el número de alumnos por aula afectando negativamente a la calidad educativa y a la atención de los que más lo necesitan.

En estos últimos cursos se han incrementado las tasas universitarias, se han reducido las becas para el estudio, programas educativos, en definitiva, se ha atacado el principio de igualdad de oportunidades que tanto defendemos en CCOO como sindicato de clase que somos.

Además, se ha implantado la LOMCE que sigue vigente. Una ley profundamente ideológica, clasista y segregadora que hay que derogar, y que el Gobierno de Mariano Rajoy se empeña en perpetuar presentando un recurso ante el Tribunal Constitucional para echar atrás la paralización de la Ley votada por el Congreso de los Diputados.

En un momento en el que se está trabajando por un PACTO EDUCATIVO a espaldas de los trabajadores, no podemos permitir que cualquier acuerdo sea una continuidad de la LOMCE y de las políticas de recortes, donde de hecho se prevé un recorte de 2000 millones de Euros.

Los presupuestos del Gobierno no pueden ser una vuelta de tuerca más en la reducción de partidas destinadas a Educación.

Es el momento de defender lo que es nuestro, de revertir los recortes y de exigir unas políticas que permitan la construcción de una Educación universal, gratuita y de calidad.

Y éste es el análisis que realiza Julio González en su blog, sobre la LOMCE como problema y que se puede leer en su totalidad aquí Global Politics


La vinculación con la formación católica lo que ha hecho que en la LOMCE se permitan las subvenciones a los centros que tienen a los estudiantes separados por sexos (artículo 84.3), tal como hacen algunos colegios del Opus Dei y que estaba siendo reiteradamente rechazada por los Tribunales de Justicia en aplicación de la normativa anterior. Es el peso de la Iglesia lo que motivó la pérdida de una asignatura básica para formar ciudadanos con valores democráticos como es la educación para la ciudadanía y cuyos efectos podemos ver día a día. La  religión/ética vuelve a ser una materia evaluable y obligatoria.

Dentro de unos años, cuando los estudiantes de hoy cumplan 15 años, se examinarán los resultados de aumentar el ratio de alumnos por clase, el cierre de bibliotecas, la eliminación de becas y ayudas para libros o para estudiar en el extranjero, el endurecimiento de la política de becas, los recortes en el profesorado, la reducción de los interinos en alguna Comunidad autónoma, el cierre de las escuelas rurales… todo lo cual bebe de la filosofía con la que se promulgó la LOMCE y cuyo antecedente está en el Real Decreto-ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo. Además, se han redujeron los programas de atención a la diversidad, como los desdobles de aulas o la educación compensatoria. Los fondos estatales que tienen un efecto equivalente -PROA y EDUCA 3, especialmente- han desaparecido.


La LOMCE ha abierto un nuevo frente que afecta no sólo a la cuantía de la financiación sino al cómo se distribuyen los fondos. Por primera vez se introduce la obligación de los poderes públicos de planificar en base al comportamiento de la demanda. El cambio es sustancial, puesto que hasta ahora se asumía que el Estado planificaba en base al principio de satisfacción de necesidades educativas y que el sistema de concierto debía entenderse como mecanismo complementario y subsidiario a la provisión pública. Y, al mismo tiempo, se abre la posibilidad de financiación competitiva de las escuelas basadas en los resultados de las evaluaciones o en “acciones de calidad educativa” definidas por los centros. Resulta paradójico por cuanto que estas técnicas de gestión educativa han estado expresamente censurados por la OCDE ya que proporcionan resultados gravemente contrarios a la equidad y con ello a las características que debe tener la política educativa en el marco de un Estado social. Y ello por no hablar de las aportaciones extraordinarias voluntarias  que suelen reclamar estos colegios a los padres.